jueves, 27 de octubre de 2011

20N de idiotas y despotismo

Hace unos días se celebró el debate entre los líderes de los 2 partidos dominantes de la política española. Se trataron los temas que ellos eligieron. Mas que un debate pareció un careo, una pelea de gallos. Las dos grandes estructuras de poder escenificaron una farsa, su mensaje se retransmitió por tv y radio, y los hechos negativos que afectaban a ambos fueron aparcados.

La situación puede ser denominada como secuestro de la democracia por parte de estas 2 estructuras colosales de poder, nido o madriguera de parásitos cuyo único fin es la de ejercer el poder allá donde haya oportunidad de hacerlo. Tod@s ell@s se agarran a la representatividad. Son representantes. Son elegidos, son elegidas. Para eso están las votaciones, las urnas, los comicios. Así reducen la posibilidad de participación política por parte de quien ostenta la soberanía nacional. Crearon legislaciones para favorecer esa situación, se encostraron y su escudo permanece. Asimilar democracia a partido político es augurar una oligarquía que no se diferencia de facto de otros sistemas de gobierno, de otras estructuras de poder no electas. Las leyes no fueron hechas para ellos.

Los votantes en España se encaminan uno tras otro a la urna cual lemming. La capacidad de decisión está reducida a la disyuntiva. Ya es algo. En Grecia esa capacidad quedó anulada. El presidente Papandreu hizo ademán de pedir la opinión del pueblo. Ahí acabó su carrera política. Es un disparate, se llegó a oír en las ondas radiofónicas. Te eligen para que tomes decisiones no para que les consultes cuando tengas que tomarlas, esto también se oyó. Otra vez la representatividad. Lo que nadie dijo fue que el pago lo hará quien no es consultado.

El nuevo despotismo ya está aquí, ya llegó, hace tiempo. Desde el momento en el que comprobamos que las leyes no eran impedimento alguno, que el cumplimiento de lo acordado era obligatorio para todos pero opcional para algunos. No es el despotismo ilustrado del siglo XVIII sino el despotismo económico de inicios del siglo XXI. La era del capitalismo feroz ha transmutado en despotismo económico. Es dura la palabra: despotismo.

Mientras, grupos reducidos hacen esfuerzos, piensan como grupos de seres humanos, buscan otras salidas. Es el caso de Democracia 4.0 o del Partido de Internet. Las posibilidades que nos ofrece la tecnología permitiría implementar sistemas de votación individual en los casos en los que fuese necesario. El grado de representatividad y de implicación en la vida política sería realmente alto. Las estancadas estructuras de poder no lo desean. Prefieren idiotas. El significado original en el griego (de idiota): aquel que no se ocupa de sus asuntos públicos.