El papel que ha jugado OcuppyWallStreet es fundamental, especialmente a nivel español. Por un lado rompe el discurso difamatorio de quienes ven enfrente las protestas y por otro sitúa en un concepto global éste mal denominado 15M español. El insulto continuo a los que estamos acostumbrándonos en redes sociales, a nivel de calle y en medios de comunicación social por parte de personas privadas y personajes públicos no tiene extrapolación posible a los Estados Unidos.
Naomi Klein fue invitada a hablar al público allí congregado. Prohibidos los megáfonos lo hizo a viva voz. Sus palabras hablan por sí solas. Más de una década después de la explosión de las antiglobalización, su reflexión posee el valor de la voz de la experiencia. Mas allá de las peticiones concretas de cambio de situaciones injustas, innecesarias o abusivas que el sistema actual ha generado, Klein aboga por cambiar los valores subyacentes que gobiernan nuestra sociedad. La lucha se torna entonces larga y duradera en el tiempo. Destaca asimismo 2 aspectos muy importantes en ésta: la valentía y la actitud moral.
Lo ocurrido en Roma nada tiene que ver con el movimiento en España. Estos hechos sirven para legitimar un discurso represor cara a la opinión pública. Y a ellos, más que a nadie parecen favorecer. Italia ha prohibido manifestaciones durante un mes en el centro de Roma. Más allá, se busca la limitación de derechos y estás ocasiones se aprovechan para abrir puertas hacia ello. Esta es la tendencia actual en nuestro entorno: la limitación de las libertades y derechos. El conflicto con los intereses del poder económico es la causa principal. He ahí la base de la lucha.
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