lunes, 26 de octubre de 2009

El día más improductivo

El Telegraph publicaba que hoy 26 de octubre es el día más improductivo del año, del año laboral entiéndase. El autocreado mini jet-lag de una hora trastoca a cualquiera, sobre todo cuando se vea que siete de la tarde (pronto seis) y noche vienen a ser palabras convergentes.

No es de extrañar, no son pocas las voces que he tenido que escuchar en contra del cambio de hora entre el día de ayer y el de hoy. La reducción de horas de luz solar vespertina, en el comportamiento humano, influye notablemente. A mi, por ejemplo, me molesta que el sol se marche tan pronto, ni os cuento si cambiamos todos los relojes para que nuestra vida vea oscuridad en la merienda.

En España este cambio fue regulado en 2002  por el Real Decreto 236/2002 de 1 de marzo tras la aprobación  de la directiva  europea que lo insertaba en nuestras vidas de forma indefinida en 2001. Todo ello para ahorrar un 5% de energía, unos 300 millones de euros según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE).

La gran reducción en el gasto energético parece no convencer a nadie. Un@s dicen que no es verdad, otr@s que el ahorro no es gran cosa, que para eso prefieren el gasto y mantener al sol sobre el horizonte hasta una hora más tarde. Lo cierto, como se comenta en el rotativo británico, es la dependencia que el ser humano tiene de la luz solar.




El llamado trastorno afectivo estacional puede provocar falta de concentración, de motivación, cansancio, perdida de deseo sexual, depresión... Recuerdo la primera vez que hoy hablar de él cuando buscaba, como mediterráneo, un rayo de sol imposible entre las rendijas de una ventana en un país centroeuropeo. La primera impresión, incredulidad y después por deducción lógica, razonable.

Efectos secundarios, colaterales de la crisis del petróleo del 73 que ayudan 36 años más tarde a que est@s enferm@s, cuyos niveles de melatonina y serotonina se ven disminuidos por la falta de exposición a la luz solar, encuentren sus propios paraísos artificiales en los llamados ISRS o SSRI (Inhibidor de la recaptación de la serotonina) antidepresivos. Otra de las opciones que ya ofrecen las compañías de seguros es la llamada fototerapia, sesiones de luz artificial a falta de la natural. Yo personalmente recomendaría un estupendo y gratificante viaje a una zona del mundo soleada.

Por lo pronto recuerden que mañana martes a las 11:45 será el momento más estresante de toda la semana según una encuesta publicada por el diario inglés. Si sus pensamientos se derivan en tendencias suicidas empiecen a pensar en viajar a su lugar soleado preferido, busquen la luz del sol, reserven hora para su fototerapeuta y si no pueden permitírselo siempre nos quedará la farmacopea (sic).

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