martes, 25 de enero de 2011

Al garete -ya estaba allí- la coherencia

Un conocido político español ha utilizado la expresión sed de urnas, rajó más detalladamente: ...España tiene sed de urnas... entiendo que cuando dice España  se refiere a si mismo, a su partido y/o a su militancia. No es de extrañar, las encuestas le dan como ganador. Pensar en el país como en uno mismo además de egocentrismo encierra no pocas mentiras y engaños. Mentiras, engaños o simplemente medias verdades son habituales en la política española, como la falta de coherencia. Hoy todo el mundo aplaude al director de la academia de cine porque dimitirá tras la ceremonia de los goya. Lo hace por coherencia. A causa del acuerdo sobre la Ley Sinde. Esperemos acontecimientos.

El político español identifica en su persona y en la de sus seguidores al país al que aspira dirigir. Una metonimia peligrosa. Eso ocurre con dirigentes autoritarios, como con uno venezolano y su revolución. La pluma o la palabra es mas poderosa que la espada.

Los españoles y las españolas tengan, probablemente, otro tipo de sed cuando se la relaciona con la política. No hay que gobernar según lo que diga la prensa ni la opinión pública, le dijo el rey a González Sinde y ella, ni corta ni perezosa, al pie de la letra. Hay otros intereses más importantes. No puedo evitar el recuerdo de aquel lema del despotismo ilustrado: Todo para el pueblo pero sin el pueblo.

Imaginemos un país, donde hay una opción A y una opción B, donde la opción A no concuerda con B, ni la B con la A, más bien están encontrados, o mejor dicho están o viven a encontronazos. Los intereses de A no son los de B y los intereses de B no son los de A, de hecho los intereses de B son B y los de A, A. ¿Cuál es la única manera de que encuentres intereses comunes?

La coherencia de los partidos políticos que legislan es nula. Corrijo. La coherencia con sus ideas, la coherencia con sus palabras es nula. Son sus actos los que no engañan. El acuerdo entre los partidos para aprobar la Ley Sinde es un engaño más. El miedo al enemigo común hace extrañas alianzas. Miedo a los no intereses de P y los no intereses de S. 

Desde Facua y Actuable se pide apoyo. La lucha hasta el final.

Y desde la Ijnorancia que nos gobierna mantienen y mantendrán su postura típicamente española, aquella que Góngora expresó en estos versos

Y ándeme yo caliente
 y ríase la gente

o enfurézcase o 
o rebélese
o...

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